O descubrimento de Américo
Miguel Mariño
A finales de 2012 recibo tres latas de película de 16mm. A solas, me aventuro con mi proyector hacia la travesía del primer visionado.
Recorrí una y mil veces aquel mundo, pero siempre llegaba al mismo lugar. Unas imágenes que para mí representan al mismo tiempo el fin y el inicio de un viaje.