En el movedizo cine contemporáneo, una de las líneas creativas que está cogiendo fuerza  es la referida a películas fronterizas, que tienen un pie en la ficción y otro en la realidad, dialogando en su metraje con ambos estilos. Es una deriva lógica del desarrollo tanto del documental de creación, como de cierto cine ficcional a los que parece que los formatos se le quedan pequeños y tienen que explorar más allá. Es un cine estimulante porque además de diluir fronteras y crear mescolanzas muy creativas, genera muchas preguntas al espectador. El falso documental es el clásico, pero estas nuevas películas van más allá y crean una atractiva zona de sombra. Se usan personajes cotidianos recreando su vida pero más allá del documental, se juega con sus realidades guionizándolas y llevándolas a otra dimensión, etc. Hacer en definitiva una construcción de la realidad, alejarla de la dinámica documentalista y buscar sus límites. Al fin y al cabo, en nuestra vida cotidiana a veces no sabemos dónde está la verdad y dónde la ficción, dónde la autenticidad y dónde lo representado, en una época donde el abuso de la imagen y las redes sociales lo mezclan todo.

Este ciclo que proponemos este año reflexiona sobre todo esto, intentando abarcar varias variantes. Así, Análisis de sangre azul es un falso documental, tipo de cine que antecede todo lo demás. Deixar Anar es un film muy consciente del juego en los que sus personajes protagonistas llega un momento en que reflexionan en voz alta sobre esos límites, interiorizando el discurso. Trinta lumes nos lleva a una historia con ribetes mitológicos, con la presencia casi esotérica del bosque gallego. Vivir y otras ficciones nos acerca a la realidad de los minusválidos, con lo que desean verdaderamente y no lo que la sociedad les impone, mezclando actores con personas que son ellas mismas. Por último, Niñato, proyecto que continúa el cortometraje Buenos días resistencia, ganador de Alcances 2013 en su categoría, nos acerca a una familia que intenta sobrevivir en un mundo muy difícil, con unos niños reales pero a los que una mano cinematográfica va guiando.

Como se ve, este ciclo se ha realizado con filmes solo españoles, lo que evidencia que las nuevas tendencias del cine están llegando a nuestro país y que nuestras películas más independientes, más creativas, no tienen nada que envidiar a las de otros países. Su éxito crítico y en festivales evidencia su peso específico en nuestra producción, aunque dentro de nuestras fronteras aún tengamos que pelear para que se reconozca su valor.