Festival de cine documental. Del 28 de septiembre al 6 de octubre. CÁDIZ


50 años

50 años


Alcances cumple en este 2018 5 años de azarosa vida. Son innumerables las anécdotas y vivencias de esta larga etapa, donde Alcances ha sabido transmutarse para poder seguir cumpliendo los objetivos con los que fue fundado por el llorado Fernando Quiñones. Ejemplo de ello es esta misma edición, con el cambio estratégico de centrar toda la actividad en el Espacio de Creación Contemporánea, en uno de los habituales giros del Festival para adecuarse a los tiempos.

El evento de la caracola siempre ha preferido el valor cultural al glamour y por ello este medio siglo se conmemorará a su estilo, es decir, con buen cine, recuperando algunas de las películas que fueron emblemáticas en su devenir. Así, Satiricon de Fellini formó parte del ciclo que en 1975 se dedicó al mítico director italiano, cuya presencia al final no se materializó en Cádiz. Este film se proyectó en dos sesiones seguidas en la edición de ese año, ante la desesperación de los acomodadores de la sala que abandonaron desbordados por el público. Algo parecido ocurrió con El Decamerón, de Pasolini, que en 1977 hizo que los espectadores arrollasen a los acomodadores en su ansia por acceder a la sala, además de fomentar una reventa que llegó a precios astronómicos. En los 80 y 90, Alcances se convirtió en vehículo de difusión de una serie de autores que marcaron su época con sus películas, como es el caso de Greenaway, Fassbinder o Wenders, que tuvieron en el evento de la caracola un buen escaparate, vinculándose en los recuerdos alcanceros de mucha gente.

El ciclo se complementa recordando la etapa anterior al documental, iniciada en 2006 y que ha sido excluida conscientemente de este autohomenaje. Nos referimos a la época en que Alcances se centraba en el corto de ficción español, donde pasaron autores que entonces hacían sus primeras armas y que ahora son punteros de nuestra industria. Son nombres como Alberto Rodríguez (Bancos), J.A. Bayona (El hombre esponja), Pablo Berger (Mamá), Mateo Gil (Allanamiento de morada) y Daniel Sánchez-Arévalo (Física II). Ellos representan a toda una generación que tuvo su lugar en Alcances, que siempre supo apostar por el futuro.

En suma, un recordatorio entre la nostalgia y el autohomenaje que demostrará a las nuevas generaciones y a las antiguas de alcanceros las líneas de fuerza que siempre han marcado al festival y que le han dado su peculiar e intransferible significación en el marco de los eventos cinematográficos  españoles.